viernes, 6 de agosto de 2010

antro.

La gente que me conoce sabe que lo mío, lo mío, no es antrear. Para empezar en un lugar cerrado y muy lleno de gente desconocida me pongo estresado, no se que hacer, no se con quien hablar, eso de andar socializando nomas no se me da. Otra de las razones es que a mi me gusta platicar (con las personas que conozco obvio) y pues en un antro eso de andar gritandole a la gente en la oreja (y que te griten en la tuya) pues no se, creo que no es algo cómodo la verdad.

Además, por lo general la gente va a los antros a bailar, cosa que la verdad yo no disfruto mucho, aunque mis movimientos de cadera son bien sensuales la verdad. Oh si, además la ropa, no, no, no, siempre es un problema ver que demonios me voy a poner, y al final, termino poniendome la misma camisa de siempre, esa que uso en mis eventos sociales que son mas elegantes, pero igual es una tortura andar combinando ropa y todo eso (si, nosotros los hombres también hacemos eso).

Y por último (y no por eso menos importante), el dinero. Ayer me gaste casi 300 pesos en una ida al antro, que la gasolina, que el estacionamiento, que la entrada, que los cigarros, que las cubetas, que la propina para el mesero buena onda, que los hotdogs para rematar, que su puta madre... Además eso de andar llevando a muchachas borrachas es una lata también.

Aunque tengo que aceptar que ayer me la pasé muy bien y que hace mucho que no me perreaban tan intensamente, pero
lo mío, lo mío, son unas caguamas y unos cigarros en la casa de alguien.

izkwzjr.

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