martes, 11 de abril de 2017

comedia romántica.

Después de una tarde de risas y un poco de coqueteo (o al menos eso pensé), intenté besarla.

Desvió su cabeza un poco a la derecha y cambió el tema completamente. Inmediatamente tuve un ataque de pánico, estoy casi seguro que fue en menos de un segundo, ya estaba yo encaminado a besarla así que de igual manera lo hice, pero mis labios aterrizaron en su mejilla.

¡Puta madre! Toda mi confianza se vino abajo, nos despedimos y se volteó. "Tómala del brazo y bésala" -pensé-. Pero no pude reaccionar. "Dile que aún te gusta, ¡haz algo cabrón!" -seguía pensando-. Pero mi mente simplemente no daba para mas.

Bajó de mi carro y se fue. Yo me quedé alrededor de 15 segundos con ambas manos al volante y mi mente no dejaba de repasar la última escena una y otra vez.

"¡Ya se! Bájate del carro, ve hacia ella, pídele que baje la ventana y bésala, después dile que la extrañabas y sin decir más, regresa a tu auto".

Para esto, ya venía manejando y estaba a medio kilómetro de distancia.

Mi vida es una comedia romántica, pero triste.


izkwzjr.